JORNADAS DEL
TyA Cordoba
EFECTOS
TOXICOS DE LA TOLERANCIA CERO
Sábado 27 de septiembre 2014
Argumento
“No hay clínica del sujeto sin
clínica de la civilización”, frase de
Jacques Lacan que orientará las
jornadas anuales del TyA Córdoba, en las que intentaremos ubicar la
situación local sitiada por un mercado que favorece el tráfico de objetos
varios, no sin lo tóxico del goce que despierta.
También, ubicar algunos de los
efectos de los tratamientos que se proponen para abordar las múltiples e
inusuales demandas que se presentan.
En un siglo, como el nuestro, en
donde el empuje a la felicidad ha mutado en una búsqueda del goce como un
derecho legítimo.
Derecho legítimo al goce que provoca
complejas consecuencias, que buscaremos poner en la mesa de las conversaciones.
Como nos los señala Eric Laurent, en
los tiempos que corren, tanto la legalización sin freno como la tolerancia cero
serían, por igual, provocadoras de un “empuje a la muerte”. Son las dos caras
de un mismo llamado a la muerte. Dos caras del superyó.
Sabemos que la pulsión no es proclive
de ser acallada, menos aún de ser llevada a un punto cero de tolerancia. Esa
tabla numérica que marca cero a la tolerancia arrasa con el sujeto que nació y
vive en una íntima e indisoluble relación con la pulsión, la propia.
En el ámbito de la práctica
clínica escuchamos los ecos de esta
ninguna tolerancia bajo el pedido imperioso de abstinencia, sin considerar los
efectos que esta pudieran producir en ese sujeto en particular. Un imperativo
vestido de bien común que, así planteado, no hace más que redoblar el
imperativo a consumir bajo el cual nos pone el discurso capitalista que hoy
gobierna.
La práctica clínica, orientada por la
política y la episteme Lacaniana nos ha enseñado y nos enseña de las salidas
que los sujetos encuentran a partir de ser escuchados en su singularidad.
En diferentes ámbitos toman fuerza
aquellas políticas que, para abordar el
problema de las drogas, apuntan a la reducción del daño, como un
nuevo paradigma respecto de aquel denominado
“Guerra contra las drogas” existente desde hace 40 años y con resultados
a la vista.
La reducción del daño implica un
trabajo de escucha para precisar cuál es el daño cada vez, en cada cultura, en
cada uso de sustancias, A su vez que
localiza, se interesa por los efectos en el sujeto, no tomado como un trasgresor.
Buscamos crear un espacio de reflexión, que apunte
a ir más allá de
la oposición entre las dos vertientes del superyó. Servirnos de la flexibilidad
que implica pensar sin la idea de que
hay una respuesta fija de antemano. Sin entrar en el laberinto de respuestas
dadas y certeras sobre lo que hay que hacer.
“El psicoanálisis no promete la
curación absoluta del síntoma sino, ciertamente, la reducción de los daños,
transformarlo en algo más vivible para el sujeto” (1)
(1)
Eric Laurent.
Pharmakon 13. Ediciones Gramma, Bs. As.
2013.