Publicaciones

              Salió la Revista Pharmakón Nº 12


Escriben en Pharmakon 12: Eric Laurent | Miquel Bassols | Ernesto Sinatra | Mónica Unterberger | Emmanuel Mello | Liliana Bullamah Stoll | Maria Célia Reinaldo Kato | Hilda Vittar | Marcela Almanza | Fabián Naparstek | Thamer Prieto, Claudia Peñaloza, Cristhian Rendón | Jean-Louis Aucremanne | Luis Iriarte | Darío Galante | Nadine Page | Luis Darío Salamone | Géraldine Somaggio | Elvira María Dianno | Cassandra Dias Farias | Nicolás Bousoño | María Juliana Bottaini | Raúl Vera Barros | Mabel Levato | Maria Wilma S. de Faria | Guillermo Drikier | Liliana Aguilar | Miriam Pais y Romina Carbone | Gastón Cottino | Jazmín Torregiani | Alfredo Zenoni | Adrián Secondo | Luz Mariela Coletti | Eugenio Díaz Massó | Jorge Castillo y Natalia Andreini | Gian Francesco Arzente




Presentamos las Apostillas del TyA Córdoba

Esta publicación escribe una presencia gravitante del TyA en el campo de las toxicomanías en Córdoba, ya que da cuenta de un trabajo clínico e institucional sostenido. Invita al lector a recorrer trabajos publicados como una de las consecuencias de las clases del Curso Anual "De una cuestión preliminar al tratamiento de las toxicomanías". Investigaciones contemporáneas sobre las drogas y el uso de las mismas, como también, la respuesta que el psicoanálisis brinda. 





Editorial

“Apostillas del TyA Córdoba” es el nombre que elegimos darle a esta nueva publicación que augura una serie, la de los cursos teóricos clínicos que anualmente dicta el Departamento de Toxicomanías y Alcoholismo del CIEC.
Estos cursos tienen ya una trayectoria y llegó el momento de, además de sostener la transmisión oral de una enseñanza, dar el paso de publicar. También en este número presentamos la práctica de las supervisiones institucionales en el Instituto Provincial de Alcoholismo y Drogadicción.

Tengo el privilegio de ser la primera lectora que escribe sus notas al margen, estas son mis apostillas entonces.Generoso el texto que se abre al lector, que lo implica desde sus primeras páginas diciéndole “¿Vas a esperar tener pacientes que consuman para ver que hacer con ellos?”Así bajo los efectos de este despertar recorremos los trabajos. Es posible seguir un hilo y por otra parte sorprenderse por los diferentes estilos que toma el decir, los diferentes enfoques para abordar el tema que atraviesa todo el curso y que la tesis de Lacan sintetiza “El triunfo de la droga no puede definirse de otra manera: es eso que permite romper el casamiento con el pequeño hace pi pí”.
¿Cuándo el uso de drogas ingresa en el campo de la medicina? ¿Cuándo es una patología a tratar? Hay una clase dedicada a este precioso recorrido.¿Qué dice Freud de la toxicomanía? Y ¿Lacan?“En Freud la toxicomanía es una muleta entre otras. Es claramente un remedio, el más eficaz, frente al sufrimiento”.Lacan en cambio no habla de la función de la toxicomanía sino de la función que puede cumplir la droga para un sujeto, “Podríamos decir entonces que sólo cuando la droga cumple ESA función, se puede hablar de toxicomanía”.
Cuando la droga es el partenaire, ¿qué lugar hay para el Otro sexo? Sobre esto leemos en otra clase del curso: “De hecho es muy común que las personas que tienen un vínculo muy fuerte con alguna droga prefieran el goce que obtienen con la sustancia antes de tenérselas que ver con el Otro sexo” o “Muchos hombres toman, primero, para poder enfrentar a una mujer, y después para poder olvidarla”.Y si queremos seguir esa línea encontramos, en lo que un autor señala como un divino detalle, algo en apariencia intrascendente, dicho al pasar, un detalle que no hacía al sufrimiento por el que consultaba y sin embargo que organizó todo el caso, el de un hombre que “luego de una larga noche de copas termina en la cama con otro hombre”. 
Desarrollo del inconsciente definido como uno de los nombres del superyó y el ejemplo de cuando una mujer ocupa el lugar del superyó para un hombre.
Es posible leer una posición de principio cuando se advierte que es necesario hacer de la toxicomanía un síntoma, como condición absoluta para ser tratado.
La última clase, a través de un caso, judicial, nos advierte de un riesgo y nos convoca a tomar posición, los psicoanalistas no actuamos en nombre de la Salud Pública ni de la Seguridad Social, sin embargo eso no nos exime de estar informados y tomar la palabra cuando convenga. El apartado sobre las supervisiones, releva que, en Córdoba hay una institución que se dejó afectar por el ingreso de un discurso que le sacude las entrañas y la hace hablar, sintomatiza su práctica y la dirige al Otro, en las supervisiones y ahora a nosotros, lectores.


                                               Hilda Vittar