18 de septiembre de 2014

Se Viene, se viene!!



JORNADAS ANUALES DEL TYA  CORDOBA

EFECTOS TÓXICOS DE LA TOLERANCIA CERO


Sábado 27 de septiembre de 2014




ARGUMENTO​

No hay clínica del sujeto sin clínica de la civilización frase de  Jacques Lacan que orientará  las jornadas anuales del TyA Córdoba.
En las que intentaremos ubicar la situación local sitiada por un mercado que favorece el tráfico de objetos varios, no sin lo tóxico del goce que despierta.
También, ubicar algunos de los efectos de los tratamientos que se proponen para abordar las múltiples e inusuales demandas que se presentan.
En un siglo, como el nuestro, en donde el empuje a la felicidad ha mutado en una búsqueda del goce como un derecho legítimo.
Derecho legítimo al goce que provoca complejas consecuencias, que buscaremos poner en la mesa de las conversaciones.
Como nos los señala Eric Laurent, en los tiempos que corren, tanto la legalización sin freno como la tolerancia cero serían, por igual, provocadoras de un “empuje a la muerte”. Son las dos caras de un mismo llamado a la muerte. Dos caras del superyó.
Sabemos que la pulsión no es proclive de ser acallada, menos aún de ser llevada a un punto cero de tolerancia. Esa tabla numérica que marca cero a la tolerancia arrasa con el sujeto que nació y vive en una íntima e indisoluble relación con la pulsión, la propia.
En el ámbito de la práctica clínica  escuchamos los ecos de esta ninguna tolerancia bajo el pedido imperioso de abstinencia, sin considerar los efectos que esta pudieran producir en ese sujeto en particular. Un imperativo vestido de bien común que, así planteado, no hace más que redoblar el imperativo a consumir bajo el cual nos pone el discurso capitalista que hoy gobierna.
La práctica clínica, orientada por la política y la episteme Lacaniana nos ha enseñado y nos enseña de las salidas que los sujetos encuentran a partir de ser escuchados en su singularidad.
En diferentes ámbitos toman fuerza aquellas  políticas que, para abordar el problema  de las drogas,  apuntan a la reducción del daño, como un nuevo paradigma respecto de aquel denominado  “Guerra contra las drogas” existente desde hace 40 años y con resultados a la vista.
La reducción del daño implica un trabajo de escucha para precisar cuál es el daño cada vez, en cada cultura, en cada uso de  sustancias, A su vez que localiza, se interesa por los efectos en el sujeto, no tomado como un trasgresor.
Buscamos crear un espacio de reflexión, que apunte a ir más allá de la oposición entre las dos vertientes del superyó. Servirnos de la flexibilidad que implica  pensar sin la idea de que hay una respuesta fija de antemano. Sin entrar en el laberinto de respuestas dadas y certeras sobre lo que hay que hacer.
El psicoanálisis no promete la curación absoluta del síntoma sino, ciertamente, la reducción de los daños, transformarlo en algo más vivible para el sujeto (1)

(1)    Eric Laurent. Pharmakon 13. Ediciones Gramma, Bs.  As. 2013.

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